Encontrados 12 resultados para: antorchas

  • Gedeón dividió a los trescientos hombres en tres cuerpos, y distribuyó entre ellos trompetas y cántaros vacíos, con antorchas dentro de los cántaros. (Jueces 7, 16)

  • Los tres cuerpos de la tropa hicieron lo mismo. Tenían las antorchas en la mano izquierda, y con la derecha tocaban las trompetas. Y todos gritaban: "¡Por el Señor y por Gedeón!". (Jueces 7, 20)

  • Sansón se fue y cazó trescientos chacales; luego tomó unas antorchas, ató a los animales por la cola, de dos en dos, y les colgó una antorcha entre las colas. (Jueces 15, 4)

  • Prendió fuego a las antorchas y soltó a los chacales por los sembrados de los filisteos. Así les quemó las gavillas, el trigo todavía en pie, y hasta los viñedos y olivares. (Jueces 15, 5)

  • De sus fauces brotan antorchas, chispas de fuego escapan de ellas. (Job 41, 11)

  • Cuando el sol brilló sobre el oro y el bronce de los escudos, sus reflejos iluminaron las montañas que relucían como antorchas. (I Macabeos 6, 39)

  • Allí fue solemnemente recibido por Jasón y por la ciudad, e hizo su entrada en medio de antorchas y aclamaciones. Después de esto, fue a acampar con sus tropas a Fenicia. (II Macabeos 4, 22)

  • Entre los seres vivientes había un fuego como de brasas incandescentes, como de antorchas, que se agitaba en medio de ellos; el fuego resplandecía, y de él salían rayos. (Ezequiel 1, 13)

  • Su cuerpo brillaba como el crisólito, su rostro tenía el aspecto del relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y sus piernas como el fulgor del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. (Daniel 10, 6)

  • Los carros avanzan con furia en campo abierto y se precipitan sobre las plazas; su aspecto es como de antorchas, corren de aquí para allá como relámpagos. (Nahún 2, 5)

  • Entonces Judas, al frente de un destacamento de soldados y de los guardias designados por los sumos sacerdotes y los fariseos, llegó allí con faroles, antorchas y armas. (Juan 18, 3)

  • El carcelero pidió unas antorchas, entró precipitadamente en la celda y, temblando, se echó a los pies de Pablo y de Silas. (Hechos 16, 29)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina