Encontrados 12 resultados para: útil

  • ¿Puede un hombre ser útil a Dios? Incluso el más capaz, ¿le es útil en algo? (Job 22, 2)

  • hemos procurado ofrecer un relato ameno para los aficionados a la lectura, práctico para los que quieren grabar los hechos en su memoria y útil para todos indistintamente. (II Macabeos 2, 25)

  • ¿Amas la justicia? El fruto de sus esfuerzos son las virtudes, porque ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza, y nada es más útil que esto para los hombres en la vida. (Sabiduría 8, 7)

  • Tomemos, por ejemplo, un leñador: él derriba con la sierra un árbol fácil de voltear, le quita hábilmente toda la corteza, lo trabaja con maestría y hace con él un objeto útil para el uso común. (Sabiduría 13, 11)

  • Mientras le seas útil, te explotará, pero si no tienes nada, te abandonará. (Eclesiástico 13, 4)

  • Nunca lo olvides: ¡no hay camino de retorno! Al muerto, no podrás serle útil y te harás mal a ti. (Eclesiástico 38, 21)

  • De manera que vale más ser un rey que da prueba de su valentía, o un objeto útil en una casa, del que se sirve su dueño, que ser estos falsos dioses. O vale más ser la puerta de una casa, que asegura lo que hay en ella, o una columna de madera en un palacio real, que ser estos falsos dioses. (Baruc 6, 58)

  • Ustedes saben que no he omitido nada que pudiera serles útil: les prediqué y les enseñé tanto en público como en privado, (Hechos 20, 20)

  • La circuncisión es útil si practicas la Ley, pero si no la practicas, es lo mismo que si fueras un incircunciso. (Romanos 2, 25)

  • Los ejercicios físicos son de poca utilidad; la piedad, en cambio, es útil para todo, porque encierra una promesa de Vida para el presente y para el futuro. (I Timoteo 4, 8)

  • Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, (II Timoteo 3, 16)

  • Antes, él no te prestó ninguna utilidad, pero ahora te será muy útil, como lo es para mí. (Filemon 1, 11)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina