Encontrados 15 resultados para: traición

  • Pero si alguien ataca a su prójimo y lo mata por traición, hasta de mi altar lo arrancarás para matarlo. (Exodo 21, 14)

  • Maldito aquel que mata a traición a su prójimo. Todo el pueblo dirá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 24)

  • Finjas les dijo: «Ahora comprobamos que Yavé está con nosotros, ya que ustedes no han cometido semejante traición, y ahora Israel no tiene que temer la venganza de Yavé.» (Josué 22, 31)

  • Entonces Joram dio vuelta a su carro y huyó, diciendo a Ocozías: «¡Traición, Ocozías!» (2 Reyes 9, 23)

  • El rey estaba de pie junto a la columna, como era costumbre, y a su lado estaban los oficiales y las trompetas. Los ciudadanos estaban llenos de alegría y tocaban las trompetas. Al ver esto, Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición! ¡Traición!» (2 Reyes 11, 14)

  • Miró, y vio al rey junto a la columna, a la entrada, y a los jefes y las trompetas junto al rey, a todo el pueblo lleno de alegría que tocaba las trompetas, y a los cantores que, con instrumentos de música, dirigían los cánticos de alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición, traición!» (2 Crónicas 23, 13)

  • ¿Por qué temer en días de desgracia, cuando me cercan el mal y la traición (Salmos 49, 6)

  • Con esto, Tolomeo cometió una gran traición, devolviendo mal por bien. (1 Macabeos 16, 17)

  • Judas dispuso en lugares estratégicos hombres armados, preparados para el caso de que se produjera alguna repentina traición de parte enemiga, pero tuvieron una buena entrevista. (2 Macabeos 14, 22)

  • Ni el más mínimo recato en sus vidas o en su matrimonio: uno suprime al otro a traición o lo deshonra por medio del adulterio. (Sabiduría 14, 24)

  • El que tira una piedra al cielo, le caerá en la cabeza, y el que da un golpe a traición se herirá de rebote. (Sirácides (Eclesiástico) 27, 25)

  • Desde el fin del mundo se escuchan cantos: «Gloria al Justo.» Y pensar que yo decía: ¡Pobre de mí!, ¡pobre de mí!, no hay más que traidores y traición. (Isaías 24, 16)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina