Encontrados 18 resultados para: sirvientas
Yavé ha bendecido y enriquecido a mi amo. Le ha dado ganado, ovejas, plata y oro, servidores y sirvientas, camellos y burros. (Génesis 24, 35)
Y el hombre se hizo muy rico, pues tenía grandes rebaños, muchos servidores y sirvientas, camellos y burros. (Génesis 30, 43)
He adquirido bueyes, burros, rebaños, mozos y sirvientas. Y ahora quiero avisarte, esperando que me recibirás bien.» (Génesis 32, 6)
Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y los hizo cruzar el vado de Yaboc. (Génesis 32, 23)
En eso bajó la hija de Faraón al Nilo, y se bañó mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla del río. Al divisar el canasto entre los juncos, envió a una criada a buscarlo. (Exodo 2, 5)
Allí estarán de fiesta delante de Yavé con sus hijos e hijas, sus servidores y sus sirvientas, sin olvidar a los levitas que viven entre ustedes, ya que ellos no tienen propiedad ni herencia como la tienen ustedes. (Deuteronomio 12, 12)
Yavé te volverá a llevar a Egipto por tierra y por mar, a pesar de que te dijo: «No volverás a verlos.» Allí ustedes querrán venderse a sus enemigos como esclavo y como sirvientas, pero no habrá comprador. (Deuteronomio 28, 68)
Se levantó rápidamente, montó en su burro y, acompañada por cinco de sus sirvientas, partió con los enviados de David y fue su esposa. (1 Samuel 25, 42)
Aquel mismo día, en Ecbátana de Media, Sara, hija de Ragüel, fue insultada en forma semejante por unas jóvenes sirvientas de su padre. (Tobías 3, 7)
La joven le cayó en gracia a Hegué, quien se esmeró en atenderla, proporcionándole todo lo que ella necesitaba para su belleza personal y para su mantención. Puso, además, a su disposición a las siete mejores sirvientas de la servidumbre real y la trasladó junto con sus sirvientas a un departamento más cómodo dentro de la misma casa. (Ester 2, 9)
«Pide a todos los judíos de Susa que se reúnan, que se pongan a ayunar por mis intenciones. Que durante tres días enteros no coman ni beban. Por mi parte también yo ayunaré acompañada de mis sirvientas. Así preparada, iré a presentarme al rey a pesar de la prohibición y, si está escrito que yo muera, moriré.» (Ester 4, 16)
Mis sirvientas me tienen por extraño, me miran como un desconocido. (Job 19, 15)