Encontrados 73 resultados para: sepulcro

  • Antes de morir, mi padre me hizo prometerle bajo juramento que yo lo habría de sepultar en el sepulcro que él mismo se había preparado en el país de Canaán. Así pues, permíteme ahora subir a enterrar a mi padre, y luego volveré.» (Génesis 50, 5)

  • Sus hermanos y toda la familia de su padre bajaron y se lo llevaron. Lo sepultaron entre Sora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoaj. Había juzgado a Israel durante veinte años. (Jueces 16, 31)

  • Llevaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, en Belén. Luego Joab y sus hombres caminaron toda la noche y al amanecer llegaron a Hebrón. (2 Samuel 2, 32)

  • cuando enterraron a Abner en Hebrón. El rey sollozaba junto al sepulcro y todo el pueblo lloraba con él. (2 Samuel 3, 32)

  • David dio órdenes a sus servidores de que los mataran; les cortaron las manos y los pies, y los colgaron cerca de la piscina de Hebrón. También tomaron la cabeza de Isbaal y la pusieron en el sepulcro de Abner, en Hebrón. (2 Samuel 4, 12)

  • Permíteme volver a mi ciudad para morir junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Que mi hijo Kimham, aquí presente, siga contigo. (2 Samuel 19, 38)

  • Todos juntos fueron sepultados en tierra de Benjamín, en Selá, en el sepulcro de Quis, padre de Saúl. Se hizo todo lo que el rey había ordenado, y después de esto Dios tuvo piedad del país. (2 Samuel 21, 14)

  • El profeta puso el cadáver sobre el burro y lo llevó a la ciudad, donde le hizo los funerales y lo sepultó. Dejó el cadáver en su propio sepulcro y lo lloraron según la costumbre: «Ay, hermano mío.» (1 Reyes 13, 30)

  • Resulta que en ese momento unas personas estaban sepultando a un difunto, cuando divisaron a los moabitas. De prisa tiraron el cadáver al sepulcro de Eliseo y se pusieron a salvo. Pero el hombre, al tocar los huesos de Eliseo, cobró vida y se puso de pie. (2 Reyes 13, 21)

  • Lo sepultaron en su sepulcro, en el jardín de Uzza, y reinó en su lugar su hijo Josías. (2 Reyes 21, 26)

  • Sus servidores trasladaron en carro su cadáver desde Meguido hasta Jerusalén y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo tomó a Joacaz, hijo de Josías, para ungirlo y hacerlo rey en lugar de su padre. (2 Reyes 23, 30)

  • y lo sepultaron en el sepulcro que se había hecho en la ciudad de David. Lo pusieron sobre un lecho que habían llenado de aromas preparados según el arte de perfumería y, por él, se quemaron perfumes en enorme cantidad. (2 Crónicas 16, 14)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina