Encontrados 13 resultados para: sarmientos

  • y en la parra tres sarmientos. Apenas brotó, apareció la flor y maduraron los granos en los racimos. (Génesis 40, 10)

  • José le dijo: «Esto es lo que quiere decir tu sueño. Los tres sarmientos significan tres días. (Génesis 40, 12)

  • José es el retoño de una vid frondosa, de una parra frondosa junto a la fuente: los sarmientos trepan sobre la muralla. (Génesis 49, 22)

  • Extendía sus sarmientos hasta el mar y sus brotes llegaban hasta el río. (Salmos 80, 12)

  • Pues se han marchitado los campos de Jesebón y la viña de Sibma, cuyos racimos arrancaron los amos de las naciones. Ella llegaba hasta Yazer y se perdía en el desierto; sus sarmientos se extendían hasta más allá del mar. (Isaías 16, 8)

  • Pues antes de la vendimia, después que haya florecido la viña, y cuando comiencen a aparecer los granitos, podaré los sarmientos con las tijeras y arrancaré o cortaré los racimos. (Isaías 18, 5)

  • Vengan, naciones, y escalen las murallas de mi pueblo, destruyan, pero no terminen con mi viña, córtenle esos sarmientos, ya que no son los que plantó Yavé. (Jeremías 5, 10)

  • Así dice Yavé: «Busquen y rebusquen como en una viña lo que queda de Israel; vuelvan a pasar su mano, como lo hace el vendimiador, por los sarmientos.» (Jeremías 6, 9)

  • Más que por Yazer, lloro por ti, ¡oh viña de Sibma! Tus sarmientos se alargaban más allá del mar y alcanzaban hasta Jazer. Sobre tu cosecha y tu vendimia, ha caído el destructor. (Jeremías 48, 32)

  • La planta creció, llegó a ser una parra, baja de estatura pero fértil, que extendía sus ramas hacia el águila mientras sus raíces se hundían. La parra brotó y se convirtió en una vid grande, dio guías y sarmientos. (Ezequiel 17, 6)

  • (Un fuego que salió de su tronco devoró sus sarmientos y sus racimos.) ¿Qué le pasó? No más rama vigorosa, no más cetro real. Es una lamentación, y ¡cuánto no se lamentarán! (Ezequiel 19, 14)

  • Los siervos del rey, que los habían arrojado al horno, no cesaban de atizar el fuego con petróleo, alquitrán, estopa y sarmientos, (Daniel 3, 46)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina