Encontrados 140 resultados para: quiere

  • El servidor le respondió: «Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tendré que llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?» (Génesis 24, 5)

  • Si la mujer no quiere seguirte, quedarás libre de este juramento. Pero en ningún caso llevarás para allá a mi hijo.» (Génesis 24, 8)

  • Yo le pregunté: «¿Y si ella no quiere seguirme?» (Génesis 24, 39)

  • Contaron a Rebeca las palabras de Esaú, su hijo mayor, y mandó a llamar a Jacob, su hijo menor, al que dijo: «Tu hermano Esaú quiere vengarse de ti y matarte. (Génesis 27, 42)

  • Sus hermanos le dijeron: «¿Eso quiere decir acaso que tú vas a reinar sobre nosotros, o que vas a mandarnos?» Y lo aborrrecieron más aún, a causa de sus sueños y de sus interpretaciones. (Génesis 37, 8)

  • José le dijo: «Esto es lo que quiere decir tu sueño. Los tres sarmientos significan tres días. (Génesis 40, 12)

  • Si el sueño se te presentó dos veces, esto quiere decir que Dios está muy decidido a realizar estas cosas y que pronto las realizará. (Génesis 41, 32)

  • y nosotros contestamos: «Tenemos todavía nuestro padre muy anciano, con un muchachito que le nació en su vejez. Este tenía otro hermano, hijo de la misma madre, pero murió y le queda ese solo hijo de ella. Por esto su padre lo quiere mucho.» (Génesis 44, 20)

  • Si algún extranjero residente quiere celebrarla, tienen que circuncidarse los varones de su casa; entonces podrá participar como cualquier persona del país. El que no esté circuncidado no puede comerla: (Exodo 12, 48)

  • Moisés les respondió: «No teman, pues Dios ha venido para probarlos; él quiere que su temor permanezca en ustedes y así no pequen.» (Exodo 20, 20)

  • Si el padre de la niña no se la quiere dar, el otro pagará en dinero la dote que suelen recibir las esposas. (Exodo 22, 16)

  • Si ves caído con la carga al burro del que te quiere mal, no pases de largo, sino ayúdalo a levantarlo. (Exodo 23, 5)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina