Encontrados 17 resultados para: preocupado

  • Aquella mañana Faraón se levantó muy preocupado, y mandó llamar a todos los adivinos y sabios de Egipto. Les contó sus sueños, pero ninguno fue capaz de interpretarlos. (Génesis 41, 8)

  • ¿Por qué este desprecio de mis sacrificios y mis dones, que yo mandé se ofrecieran en mi casa? ¿Por qué te has preocupado más de tus hijos que de mí, dejándolos que engordaran con lo mejor de todas las ofrendas de mi pueblo? (1 Samuel 2, 29)

  • Cuando llegó, Helí estaba sentado en su silla, a orilla del camino, tratando de divisar algo, pues estaba muy preocupado por lo que le pudiera haber pasado al Arca de Dios. Al saber en la ciudad la noticia que había traído este hombre, todo el mundo se puso a gritar. (1 Samuel 4, 13)

  • Cuando llegaron al territorio de Suf, dijo Saúl al muchacho que lo acompañaba: «Volvamos, no sea que mi padre esté más preocupado de nosotros que de las burras.» (1 Samuel 9, 5)

  • En cuanto te separes de mí encontrarás a dos hombres junto a la tumba de Raquel, en la frontera de Benjamín, y ellos te dirán: Las burras que andabas buscando ya las hallaron. Fíjate que tu padre ya se olvidó de ellas y ahora está muy preocupado por lo que les haya podido pasar a ustedes. (1 Samuel 10, 2)

  • Joab, hijo de Sarvia, se dio cuenta de que David estaba preocupado por Absalón. (2 Samuel 14, 1)

  • y volvamos a traer a nuestro lado el Arca de nuestro Dios, ya que no nos hemos preocupado por ella en tiempos de Saúl. (1 Crónicas 13, 3)

  • Me dijo entonces el rey: «¿Por qué esa cara tan triste? Tú no estás enfermo. ¿Acaso estás preocupado por algo?» (Nehemías 2, 2)

  • Así se lee, en efecto, que Mardoqueo era el primer ministro del rey; que fue muy apreciado por los judíos y querido por todos sus hermanos; que procuró siempre el bien de su pueblo y vivió preocupado de la felicidad de sus connacionales. (Ester 10, 3)

  • Y mientras hablaba, volvió a desmayarse. El rey estaba muy preocupado y toda su corte trataba de hacerla volver en sí. (Ester 15, 16)

  • por lo tanto, nos hemos preocupado por ofrecer algo atractivo a los que deseen leer, facilidad a los que quieran aprenderlo de memoria, (2 Macabeos 2, 25)

  • Si estás muy preocupado, te pones a soñar; si prometes demasiado, dirás lo que no conviene. (Eclesiastés (Qohelet) 5, 2)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina