Encontrados 24 resultados para: parecía

  • El primero que nació era rojizo y tan peludo que parecía un abrigo de pieles, por lo que lo llamaron Esaú. (Génesis 25, 25)

  • La gente de Israel llamó a este alimento: maná. Era como la semilla del cilantro, blanco, y su gusto se parecía al de una torta de miel. (Exodo 16, 31)

  • El maná era como la semilla del cilantro, se parecía a un manojo de malvavisco. (Números 11, 7)

  • Pues, en aquel tiempo, no había rey en Israel y cada uno hacía lo que mejor le parecía. (Jueces 17, 6)

  • Por aquel entonces no había rey en Israel y cada uno hacía lo que le parecía bien. (Jueces 21, 25)

  • Pero esto te parecía todavía demasiado poco, Señor Yavé, y tú extiendes también tus promesas a mis descendientes para un futuro lejano. ¿Es así como actúan los hombres, Señor Yavé? (2 Samuel 7, 19)

  • Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, nos parecía estar soñando; (Salmos 126, 1)

  • Cuando atacaba se parecía al león, al cachorro que ruge ante su presa. (1 Macabeos 3, 4)

  • Se les apareció un caballo con una riquísima montura y, sobre él, un terrible jinete; lanzándose con ímpetu levantó contra Heliodoro sus patas delanteras. El jinete parecía tener armadura de oro. (2 Macabeos 3, 25)

  • Dios quiso que se apoderaran de la ciudad, y entonces hicieron tal carnicería que el lago vecino, de quinientos metros de largo, parecía lleno de sangre. (2 Macabeos 12, 16)

  • Este es al que tomábamos para la risa, el objeto de nuestras bromas: ¡qué imbéciles éramos! Su vida nos parecía una locura, su muerte nos pareció el fracaso final. (Sabiduría 5, 4)

  • Se parecía a la nieve, pero soportaba el fuego sin derretirse; mientras que por ese tiempo las cosechas de los enemigos eran presa de las llamas que ardían en medio del granizo: los relámpagos brillaban bajo la lluvia. (Sabiduría 16, 22)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina