Encontrados 35 resultados para: lámpara

  • Aarón y sus hijos dispondrán esta lámpara en la Tienda del testimonio, fuera del velo que está pendiente delante del Testimonio, (Exodo 27, 21)

  • Aarón mantendrá la lámpara de la mañana hasta la tarde en presencia de Yavé, fuera de la cortina que está delante del Testimonio en la Tienda de las Citas: es una ley perpetua de generación en generación. (Levítico 24, 3)

  • Aún no estaba apagada la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el Templo de Yavé, donde se encontraba el Arca de Dios. (1 Samuel 3, 3)

  • Yavé, tú eres mi lámpara, mi Dios, iluminas mis tinieblas; (2 Samuel 22, 29)

  • Pero sí tomaré el reino de manos de su hijo y te daré las diez tribus. 36A su hijo, sin embargo, le guardaré una tribu, pues quiero que mi servidor David tenga siempre su lámpara encendida en mi presencia en Jerusalén, la ciudad que yo elegí para poner en ella mi Nombre. (1 Reyes 11, 35)

  • Sin embargo, Yavé había prometido a David que su lámpara quedaría encendida en Jerusalén, que guardaría a su hijo después de él y ampararía a Jerusalén. (1 Reyes 15, 4)

  • Si quieres le hacemos una pequeña habitación en la terraza, y ponemos en ella una cama, una silla y una lámpara. De esta manera, cuando venga a nosotros, podrá quedarse y descansar.» (2 Reyes 4, 10)

  • Sin embargo, Yavé no quiso exterminar a Judá por amor a su siervo David, según la promesa que le había hecho de mantener siempre encendida su lámpara, lo que se refería a sus hijos. (2 Reyes 8, 19)

  • Pero Yavé no quiso destruir la descendencia de David, a causa de la alianza que había hecho con David, cuando le prometió que le guardaría siempre una lámpara a él y a sus hijos. (2 Crónicas 21, 7)

  • Se oscurece la luz en su tienda y su lámpara encima de él se apaga. (Job 18, 6)

  • ¿Será verdad que se apaga la lámpara de los malvados y cae sobre ellos la desgracia y que Dios, en su ira, los destruye? (Job 21, 17)

  • cuando hacía brillar su lámpara sobre mi cabeza, y su luz me guiaba en las tinieblas! (Job 29, 3)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina