Encontrados 128 resultados para: hora
Oyeron después la voz de Yavé Dios que se paseaba por el jardín, a la hora de la brisa de la tarde. El hombre y su mujer se escondieron entre los árboles del jardín para que Yavé Dios no los viera. (Génesis 3, 8)
Yavé se presentó a Abrahán junto a los árboles de Mambré mientras estaba sentado a la entrada de su tienda, a la hora más calurosa del día. (Génesis 18, 1)
Era ya tarde, la hora en que las mujeres salen a buscar agua al pozo; hizo arrodillar a los camellos junto al pozo, en las afueras de la ciudad. (Génesis 24, 11)
Jacob les dijo: «Veo que el sol está todavía alto y que aún no es hora para guardar el ganado, ¿por qué no dan agua a sus ovejas y las llevan a pastar.» (Génesis 29, 7)
Ve a encontrarlo en la mañana, a la hora en que vaya a bañarse. Lo esperarás a la orilla del río, llevando en tu mano el bastón que se convirtió en serpiente. (Exodo 7, 15)
Pues bien, mañana a esta misma hora, haré llover una granizada tan fuerte como no ha habido otra en Egipto desde el día en que fue fundado hasta hoy. (Exodo 9, 18)
Ellos harán de jueces para tu pueblo a cualquier hora; te presentarán los asuntos más graves, pero decidirán ellos mismos en los asuntos de menos importancia. Así se aliviará tu carga pues ellos la llevarán contigo. (Exodo 18, 22)
Ellos atendían al pueblo a toda hora para arreglar los problemas de menor importancia, y llevaban a Moisés los asuntos más delicados. (Exodo 18, 26)
Sacrificarás la víctima de la Pascua por la tarde, a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto. La asarás y la comerás en el lugar elegido por Yavé, tu Dios, y luego, por la mañana te volverás a tu casa. (Deuteronomio 16, 7)
Cuando se acerque la hora del combate, se adelantará el sacerdote y dirigirá estas palabras al pueblo: (Deuteronomio 20, 2)
Ha llegado la hora de entrar en la Alianza de Yavé, tu Dios, mediante el juramento. (Deuteronomio 29, 11)
«Ha muerto mi servidor Moisés; así que llegó para ti la hora de atravesar el río Jordán, y todo el pueblo pasará contigo a la tierra que yo doy a los hijos de Israel. (Josué 1, 2)