Encontrados 450 resultados para: gran

  • y Rese, entre Nínive y Calaj (ésta es la Gran ciudad). (Génesis 10, 12)

  • Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición. (Génesis 12, 2)

  • Cuando el sol estaba a punto de ponerse, Abram cayó en un profundo sueño y se apoderó de él un terror y una gran oscuridad. (Génesis 15, 12)

  • Aquel día yavé pactó una alianza con Abram diciendo: "A tu descendencia daré esta tierra desde el torrente de Egypto hasta el gran río Eufrates. (Génesis 15, 18)

  • En cuanto a Ismael, también te he escuchado. Yo lo bendeciré y le daré una descendencia muy grande y muy numerosa. Será el padre de doce príncipes y haré de él una gran nación. (Génesis 17, 20)

  • Veo que me has hecho un gran favor y que has sido muy bueno conmigo conservándome la vida. Pero yo no puedo llegar hasta la montaña sin que me alcance el desastre y la muerte. (Génesis 19, 19)

  • Miró hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la comarca del valle y vio una gran humareda que subía de la tierra, semejante a la humareda de un horno. (Génesis 19, 28)

  • Creció el niño, y el día en que dejó de ser amamantado, Abrahán celebró un gran banquete. (Génesis 21, 8)

  • Pero también del hijo de la sierva yo haré una gran nación, por ser descendiente tuyo.» (Génesis 21, 13)

  • Anda a buscar al niño, y llévalo bien agarrado, porque de él haré yo un gran pueblo.» (Génesis 21, 18)

  • En el camino vio un pozo, y cerca de él descansaban tres rebaños de ovejas, pues era en este pozo donde tomaban agua los rebaños. Una gran piedra cubría la boca del pozo. (Génesis 29, 2)

  • Yo no soy digno de todos los favores que me has hecho, ni de la gran bondad que has tenido conmigo. Porque al partir, cuando atravesé el Jordán, no tenía más que mi bastón. Pero ahora, al volver, tengo suficiente como para hacer dos campamentos. (Génesis 32, 11)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina