Encontrados 20 resultados para: fuimos

  • El tío de Saúl les preguntó a él y a su mozo a dónde habían ido; a lo que ellos respondieron: «Andábamos buscando las burras, pero como no las encontramos por ningún lado, fuimos a ver a Samuel.» (1 Samuel 10, 14)

  • Desde los días de nuestros padres hasta hoy hemos sido muy culpables; por nuestros crímenes fuimos entregados, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes, en manos de los reyes extranjeros; fuimos destinados a la espada, a la cautividad, al saqueo; anduvimos avergonzados, al igual que hoy. (Esdras 9, 7)

  • Siendo mayor de edad, me casé con una joven de nuestra familia llamada Ana, de la que tuve un hijo al que llamé Tobías. Cuando fuimos desterrados a Nínive, (Tobías 1, 9)

  • El sabe de qué fuimos formados, se recuerda que sólo somos polvo. (Salmos 103, 14)

  • «Moriremos -decían-, pero el cielo y la tierra recordarán que fuimos asesinados.» La gente del rey los atacó aquel sábado y murieron todos: (1 Macabeos 2, 37)

  • Hagamos la guerra al que nos reprende porque violamos la Ley; nos recuerda cómo fuimos educados y nos echa en cara nuestra conducta. (Sabiduría 2, 12)

  • Y, sin embargo, Yavé, tú eres nuestro Padre, somos la greda que tus manos plasmaron, todos nosotros fuimos hechos por tus manos. (Isaías 64, 7)

  • Haz que volvamos a ti, Yavé, y volveremos; haz que seamos de nuevo lo que fuimos antes. (Lamentaciones 5, 21)

  • y todos nos fuimos, según las inclinaciones de nuestro perverso corazón, a servir a otros dioses y a hacer lo que desagrada al Señor. (Baruc 1, 22)

  • Fuimos sometidos en vez de dominar, porque habíamos ofendido al Señor, al no escuchar su voz. (Baruc 2, 5)

  • Nosotros, que estábamos en un rincón del jardín, al ver esta maldad, fuimos corriendo hacia ellos. (Daniel 13, 38)

  • ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver? (Evangelio según San Mateo 25, 39)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina