Encontrados 9 resultados para: excrementos

  • Quemarás fuera del campamento la carne del novillo, con su piel y excrementos, por cuanto es sacrificio por el pecado. (Exodo 29, 14)

  • En cuanto al novillo con su piel, carne y excrementos, los quemó fuera del campamento, como Yavé lo había ordenado. (Levítico 8, 17)

  • En cuanto al novillo del sacrificio por el pecado y el macho cabrío inmolado por el pecado, cuya sangre fue introducida en el Santuario para hacer la expiación, serán sacados fuera del campamento y quemarán con fuego sus pieles, su carne y sus excrementos. (Levítico 16, 27)

  • Luego se quemará la vaca a la vista de todos. Quemará su piel, su carne, su sangre y sus excrementos. (Números 19, 5)

  • Pero el general contestó: «¿Ustedes se figuran que mi patrón me mandó a decirles estas cosas nada más que a su patrón y a ustedes, no a la gente que está arriba y que junto con ustedes está condenada a comer excrementos y beber sus orines?» (2 Reyes 18, 27)

  • No sabía que arriba de la pared había gorriones, los cuales dejaron caer sus excrementos que, calientes, cayeron sobre mis ojos, causándome manchas blancas. Fui a los médicos para que me sanaran, pero mientras más remedios me ponían, menos veía, hasta que quedé ciego. Estuve cuatro años sin ver. Mis hermanos estaban afligidos; Ajikar se preocupó de mi alimentación durante dos años, hasta que se trasladó a Elimaida. (Tobías 2, 10)

  • Pero el general les contestó: «¿Ustedes se figuran que mi patrón me mandó a decirles estas cosas nada más que a su patrón y a ustedes y no a la gente que está sentada encima de las murallas y que junto con ustedes está condenada a comer sus excrementos y a tomar su orina?» (Isaías 36, 12)

  • Lo prepararás como se preparan las galletas de cebada y lo cocerás a la vista de ellos en un fuego de excrementos humanos secos. (Ezequiel 4, 12)

  • Entonces me dijo: "Te concedo que para el fuego en que cuezas tu pan uses excrementos secos de animales en vez de los excrementos humanos". (Ezequiel 4, 15)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina