Encontrados 168 resultados para: embargo

  • Noé, sin embargo, se había ganado el cariño de Yavé. (Génesis 6, 8)

  • Y añadió: «¡Quién hubiera dicho a Abrahán que yo amamantaría hijos! Y sin embargo, le he dado a luz un hijo en su vejez.»Abrahán despide a Agar (Génesis 21, 7)

  • Sin embargo, haré que se mantenga en su negativa y, por más que yo multiplique mis prodigios y milagros a costa de Egipto, (Exodo 7, 3)

  • Faraón, sin embargo, al ver que se le daba alivio, se puso más porfiado; no quiso escuchar a Moisés y a Aarón, tal como Yavé les había dicho. (Exodo 8, 11)

  • Pondré a salvo, sin embargo, la región de Gosén, porque mi pueblo vive en ella; allí no habrá tábanos, a fin de que entiendas que yo, Yavé, estoy en aquella tierra. (Exodo 8, 18)

  • Moisés dijo a Yavé: «Tú me mandas que encabece a este pueblo, y no me das a conocer a quién enviarás conmigo. Sin embargo, me has dicho: Te conozco por tu nombre, y te he mirado con buenos ojos. (Exodo 33, 12)

  • Lo que sigue vale para la persona que se encuentra culpable porque podía testificar respecto de algún crimen del que fue testigo ocular o del que supo y, sin embargo, al oír las palabras de la maldición contra quien no denunciara no quiso denunciar al culpable. (Levítico 5, 1)

  • Sin embargo, alojen aquí esta noche, por favor, para que sepa lo que Yavé me quiere aún decir." (Números 22, 19)

  • Sin embargo, el fuego devorará a Kayin, y al final el asirio lo llevará cautivo". (Números 24, 22)

  • Ustedes, sin embargo, no quisieron subir, sino que se rebelaron contra las órdenes deYavé. (Deuteronomio 1, 26)

  • El, sin embargo, era quien había ido delante de ustedes durante todo el viaje, enseñándoles los sitios donde debían levantar su campamento, señalándoles el camino, de noche con la columna de fuego y de día con la nube. (Deuteronomio 1, 33)

  • Sin embargo, cuando los que llevaban el Arca bajaron al río y sus pies se mojaron en las orillas, (Josué 3, 15)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina