Encontrados 13 resultados para: dulzura

  • Les respondió la higuera: «¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecerme por encima de los árboles?» (Jueces 9, 11)

  • Les dijo: «Del que come salió la comida, y del fuerte salió la dulzura.» Después de tres días no habían acertado la adivinanza. (Jueces 14, 14)

  • Aunque soy dueño del mundo entero y gobierno a incontables naciones, me he propuesto no dejarme llevar por el orgullo del poder y gobernar siempre con dulzura y bondad para que mis súbditos puedan gozar continuamente de una vida tranquila. Al mismo tiempo he procurado restaurar la paz deseada por todo el mundo, ofreciendo durante mi reinado los beneficios de la civilización y permitiendo el libre tráfico dentro de nuestras fronteras. (Ester 13, 2)

  • Son más preciosos que el oro, valen más que montones de oro fino; más que la miel es su dulzura, más que las gotas del panal. (Salmos 19, 11)

  • Una cosa al Señor, sólo le pido, la cosa que yo busco es habitar la casa del Señor mientras dure mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y cuidar de su santuario. (Salmos 27, 4)

  • Que la dulzura del Señor nos cubra y que él confirme la obra de nuestras manos. (Salmos 90, 17)

  • El aceite y los perfumes alegran el corazón, la dulzura de la amistad reconforta el alma. (Proverbios 27, 9)

  • Pues el temor del Señor es sabiduría y doctrina; lo que le agrada es la fidelidad y la dulzura. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 27)

  • Entre los seres alados la abeja es de los pequeños, pero es la principal por la dulzura de su miel. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 3)

  • El enemigo no es más que dulzura en sus palabras, pero sólo piensa en tirarte a la fosa. Sabe derramar lágrimas, pero si tiene la ocasión, se le hará poco tu sangre. (Sirácides (Eclesiástico) 12, 16)

  • El canto de los músicos le viene a la dulzura del vino como una esmeralda a un brazalete de oro. (Sirácides (Eclesiástico) 32, 6)

  • Si sus palabras están impregnadas de bondad y dulzura, su marido será el hombre más feliz. (Sirácides (Eclesiástico) 36, 23)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina