Encontrados 39 resultados para: desterrados
Aunque tus desterrados estén en el otro extremo de la tierra, de allí te sacará Yavé, (Deuteronomio 30, 4)
Llegó, pues, uno de los sacerdotes que habían sido desterrados de Samaria, se quedó en Betel y les enseñó cómo debían honrar a Yavé. (2 Reyes 17, 28)
Honraban a Yavé y al mismo tiempo servían a sus dioses, según las costumbres del país de donde habían sido desterrados. (2 Reyes 17, 33)
Nabucodonosor llevó al destierro a todos los jefes y notables, herreros, cerrajeros, a todos los hombres de valor y aptos para la guerra. Un total de diez mil fueron desterrados a Babilonia. Solamente quedó la parte más pobre de la población. (2 Reyes 24, 14)
¡Escucha, Dios nuestro, porque somos despreciados! ¡Haz que caiga su insulto sobre su cabeza y entrégalos al desprecio en un país donde estén desterrados! (Nehemías 3, 36)
Yo, Tobit, he andado siempre por los caminos de la verdad y la justicia todos los días de mi vida y he dado limosna a mis hermanos y compatriotas que conmigo fueron desterrados a Nínive, en Asiria. (Tobías 1, 3)
Siendo mayor de edad, me casé con una joven de nuestra familia llamada Ana, de la que tuve un hijo al que llamé Tobías. Cuando fuimos desterrados a Nínive, (Tobías 1, 9)
Como había abundantes alimentos dije a Tobías: «Hijo mío, busca entre los desterrados de Nínive, entre aquellos que se acuerdan del Señor, a uno de los más pobres, y tráelo a comer con nosotros. Espero hasta que vuelvas.» (Tobías 2, 2)
Edna les preguntó: «Hermanos, ¿de dónde son?» «Somos de los hijos de Neftalí, respondieron, de los desterrados de Nínive.» (Tobías 7, 3)
Que haga de ti de alegría a todos los desterrados y muestre su amor a todo miserable por todos los siglos de los siglos. (Tobías 13, 12)
«Hijo mío, toma a tus hijos y márchate a Media, porque creo en la palabra que pronunció Dios por medio de Nahúm sobre Nínive. Todo lo que pronunciaron los profetas de Israel enviados por Dios sobre Asur y Nínive se realizará; ninguna palabra se perderá, sino que todo se cumplirá a su tiempo. Será más fácil salvarse en Media que en Asiria y Babilonia, porque sé y creo que todo cuanto ha dicho Dios se cumplirá. Nuestros hermanos que viven en el país de Israel serán dispersados y desterrados de esa buena tierra, de manera que todo el país de Israel quedará desierto. Jerusalén y Samaria quedarán desiertas. La Casa de Dios será quemada por algún tiempo, (Tobías 14, 4)
Pero antes de morir conoció la ruina de Nínive y vio cómo los ninivitas eran desterrados por Nabucodonosor y Asuero. Así, antes de morir, pudo alegrarse de la suerte de Nínive, y bendijo al Señor Dios eternamente. (Tobías 14, 15)