Encontrados 27 resultados para: cuerdas

  • todos los clavos necesarios para la Morada y para el atrio como también las cuerdas; (Exodo 35, 18)

  • el cortinaje del atrio, los postes con sus basas, la cortina para la entrada del atrio, sus cuerdas, clavos y todos los demás utensilios del servicio de la Morada, la Tienda de las Citas; (Exodo 39, 40)

  • del cortinaje del atrio y de la cortina de entrada al atrio que rodea la Morada, del altar y de las cuerdas necesarias para todo su servicio. (Números 3, 26)

  • de sus travesaños, columnas y bases, de todos sus utensilios; y de las columnas que rodeaban el atrio con sus basas, clavos y cuerdas. (Números 3, 37)

  • los cortinajes del atrio y la cortina de la entrada de la puerta anterior al atrio que rodea la Morada y el altar. También las cuerdas y todos los utensilios que usan en su servicio. Todo lo que se necesita para su trabajo. (Números 4, 26)

  • las columnas que rodean el atrio con sus basas, clavos y cuerdas: todos sus utensilios y todo lo necesario para su servicio. Señalarán con nombre cada uno de los objetos que han de transportar. (Números 4, 32)

  • Le respondieron: «No, sólo queremos amarrarte y entregarte a ellos, pero nosotros no te mataremos.» Lo amarraron, pues, con dos cuerdas nuevas y lo sacaron de entre las rocas. (Jueces 15, 13)

  • Cuando llegaban a Lejí, los filisteos corrieron a su encuentro con gritos de triunfo, pero el espíritu de Yavé vino sobre él: las cuerdas que lo amarraban fueron como hilos de lino quemados al fuego y las ligaduras se deshicieron en sus brazos. (Jueces 15, 14)

  • Sansón le contestó: «Si me ataran con siete cuerdas de arco, nuevas y todavía húmedas, perdería mi fuerza y sería como cualquier hombre.» (Jueces 16, 7)

  • Los jefes de los filisteos mandaron a Dalila las siete cuerdas nuevas y sin secar y con ellas Dalila ató a Sansón. (Jueces 16, 8)

  • Mi padre los trató duramente, pero yo los trataré peor. Mi padre los azotaba con látigos y yo pondré a las cuerdas ganchitos de hierro.» (1 Reyes 12, 11)

  • entonces se ven cargados de cadenas amarrados con cuerdas de aflicción. (Job 36, 8)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina