Encontrados 336 resultados para: cuanto

  • Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Sexto. (Génesis 1, 31)

  • En cuanto a ti, construye un arca de madera de ciprés; en el arca dispondrás celditas, y la recubrirás con brea por dentro y por fuera. (Génesis 6, 14)

  • Por mi parte voy a mandar el diluvio, o sea, las aguas sobre la tierra, para acabar con todo ser que tiene aliento y vida bajo el cielo; todo cuanto existe en la tierra perecerá. (Génesis 6, 17)

  • Teman y tiemblen ante ustedes todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo. Pongo a su disposición cuanto se mueve sobre la tierra y todos los peces del mar. (Génesis 9, 2)

  • En cuanto a ustedes, tengan hijos y multiplíquense, dispérsense sobre la tierra y domínenla.» (Génesis 9, 7)

  • En cuanto oyó Abram que los cuatro jefes habían llevado prisionero a su hermano Lot, escogió trescientos dieciocho de sus hombres que se habían criado en su casa y los persiguió hasta la ciudad de Dan. (Génesis 14, 14)

  • No quiero nada para mí, sino tan sólo lo que han comido mis hombres. En cuanto a mis aliados Aner, Escol y Mambré, que ellos mismos tomen su parte.» (Génesis 14, 24)

  • En cuanto a ti, irás a reunirte con tus padres en paz, y serás sepultado después de una ancianidad dichosa. (Génesis 15, 15)

  • En cuanto a Ismael, también te he escuchado. Yo lo bendeciré y le daré una descendencia muy grande y muy numerosa. Será el padre de doce príncipes y haré de él una gran nación. (Génesis 17, 20)

  • Al levantar sus ojos, Abrahán vio a tres hombres que estaban parados a poca distancia. En cuanto los vio, corrió hacia ellos y se postró en tierra, (Génesis 18, 2)

  • Por aquel tiempo, Abimelec fue con Ficol, general de sus tropas, a hablar a Abrahán, y le dijo: «Dios está contigo en todo cuanto emprendes. (Génesis 21, 22)

  • Ahora, pues, hijo, escúchame y haz cuanto te diga. (Génesis 27, 8)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina