Encontrados 954 resultados para: bien

  • Yavé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, agradables a la vista y buenos para comer. El árbol de la Vida estaba en el jardín, como también el árbol de la Ciencia del bien y del mal. (Génesis 2, 9)

  • pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.» (Génesis 2, 17)

  • Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.» (Génesis 3, 5)

  • Yavé le dijo: «¿Por qué andas enojado y con la cabeza baja? Si obras bien, podrás levantar tu vista. (Génesis 4, 6)

  • Pero tú no obras bien y el pecado está agazapado a las puertas de tu casa. El te acecha como fiera, pero tú debes dominarlo.» (Génesis 4, 7)

  • Esta es la historia de Noé. Noé fue en sus tiempo un hombre justo y que se portó bien en todo; Noé caminaba con Dios. (Génesis 6, 9)

  • Pues bien, bajemos y confundamos ahí mismo su lengua, de modo que no se entiendan los unos a los otros.» (Génesis 11, 7)

  • Después que la vieron los oficiales de Faraón, le hablaron a éste muy bien de ella; por eso Saray fue conducida al palacio de Faraón, (Génesis 12, 15)

  • y en atención a ella, Faraón trató bien a Abram, quien recibió ovejas, vacas, burros, siervos y camellos. (Génesis 12, 16)

  • ¿No tienes todo el país ante ti? Pues bien, separémonos. Si tú te vas por la izquierda, yo me iré por la derecha. Y si tú te vas por la derecha, yo tomaré la izquierda.» (Génesis 13, 9)

  • Pues bien, toda la tierra que ves, te la voy a dar a ti y a tu descendencia para siempre. (Génesis 13, 15)

  • Abrahán y Sara eran ancianos, bien entrados en años, y ella no tenía ya lo que le pasa ordinariamente a las mujeres. (Génesis 18, 11)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina