Encontrados 43 resultados para: Zeb

  • Dijo, pues, a la gente de Sucot: «Den, por favor, tortas de pan a la tropa que me sigue, porque está rendida de fatiga, y voy persiguiendo a Zebaj y a Salmuná, reyes de Madián.» (Jueces 8, 5)

  • Pero los jefes de Sucot respondieron: «¿Acaso has sujetado las manos de Zebaj y Salmuná? ¿Cómo, pues, daríamos pan a tu ejército?» (Jueces 8, 6)

  • Gedeón les respondió: «Bien, cuando Yavé haya entregado en mis manos a Zebaj y a Salmuná, a ustedes les desgarraré sus carnes con espinas y cardos del desierto.» (Jueces 8, 7)

  • Zebaj y Salmuná estaban en Carcor con su ejército, unos quince mil hombres, todos los que habían quedado de los hijos de Oriente. ¡Los que habían muerto eran ciento veinte mil guerreros! (Jueces 8, 10)

  • Gedeón subió por el camino de los nómadas, al este de Nobaj y de Yogbohá, y se dejó caer sobre el campamento cuando se creían ya seguros. Zebaj y Salmuná huyeron. (Jueces 8, 11)

  • Gedeón se dirigió a la gente de Sucot y les dijo: «Aquí tienen a Zebaj y Salmuná, por quienes me hicieron burla diciendo: ¿Acaso has sujetado ya las manos de Zebaj y Salmuná para que demos pan a tus tropas hambrientas?» (Jueces 8, 15)

  • Luego dijo a Zebaj y Salmuná: «¿Cómo eran los hombres que ustedes mataron en el Tabor?» Ellos respondieron: «Se parecían a ti; tenían aspecto de hijos de reyes.» (Jueces 8, 18)

  • Zebaj y Salmuná dijeron entonces: «Levántate tú y mátanos, porque, según es el hombre, es su valentía.» Gedeón se levantó y los mató a los dos, y tomó para sí los adornos que sus camellos llevaban al cuello. (Jueces 8, 21)

  • Entonces Gaal, hijo de Obed, exclamó: «¿Quién es Abimelec y qué es Siquem para que los sirvamos? Tanto el hijo de Jerubaal como su lugarteniente Zebul servían a Hamor, padre de Siquem. ¿Por qué les serviríamos también nosotros? (Jueces 9, 28)

  • Zebul, gobernador de la ciudad, se enteró de la propuesta de Gaal, hijo de Obed, y se enojó. (Jueces 9, 30)

  • Gaal vio la tropa y dijo a Zebul: «Mira la gente que baja de las cumbres de los montes.» Pero Zebul le respondió: «Es la sombra de los montes lo que ves y te parecen hombres.» (Jueces 9, 36)

  • Zebul dijo entonces: «Cómo decías: ¿Quién es Abimelec para que le sirvamos? Estos hombres que tú ves, ¿no son los que despreciaste? Ahora demuestra que sabes pelear.» (Jueces 9, 38)


“Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina