Encontrados 66 resultados para: Líbano

  • En marcha, partan. Ustedes entrarán en el territorio de los amorreos y en los territorios vecinos: la Arabá, la Montaña, la Tierra Baja, el Negueb y la costa del mar, es decir todo el país de Canaán y el Líbano, hasta el gran río Eufrates. (Deuteronomio 1, 7)

  • Déjame, por favor, pasar y ver esta espléndida tierra del otro lado del Jordán, aquellos espléndidos cerros y también el Líbano . (Deuteronomio 3, 25)

  • Todo lugar donde pongan el pie será de ustedes, desde el desierto hasta el Líbano y desde el río Eufrates hasta el mar occidental: éstas serán sus fronteras. (Deuteronomio 11, 24)

  • El territorio de ustedes limitará al norte con el monte Líbano; al sur, con el desierto; se extenderá al oriente hasta el río grande, el Eufrates, y al occidente, hasta el Mar Grande. (Josué 1, 4)

  • Desde la parte de la cordillera que sube hacia Seír, hasta Baal Gad en el valle del Líbano, a los pies del monte Hermón, derrotó a todos sus reyes, a quienes venció y dio muerte. (Josué 11, 17)

  • Ahora, éstos son los reyes del país, a quienes derrotó Josué, con los hijos de Israel, de esta parte del Jordán, al oeste, desde Baal Gad en el valle del Líbano hasta los cerros que suben a Seír. (Josué 12, 7)

  • Al oriente el territorio de los gueblitas y el del Líbano, desde Baal Gad al pie del monte Hermón hasta entrar en Jamat, (Josué 13, 5)

  • y todo el territorio de los habitantes de las montañas, desde el Líbano hasta Misrefat-Maím, los cuales son sidonios. Yo soy el que los derrotaré delante de los israelitas. Por lo tanto, procura que este país pase a ser parte de la herencia de Israel, tal como te lo he ordenado. (Josué 13, 6)

  • Quedaron los cinco príncipes de los filisteos y todos los cananeos, los sidonios y los jeveos del monte Líbano, desde la montaña de Baal-Hermón hasta la entrada de Jamat. (Jueces 3, 3)

  • La zarza respondió a los árboles: «Si con sinceridad vienen a ungirme a mí para reinar sobre ustedes, acérquense y cobíjense a mi sombra, y si así no fuera, brote de la zarza fuego que devore los cedros del Líbano.» (Jueces 9, 15)

  • Habló de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que brota en los muros; disertó sobre cuadrúpedos, aves, reptiles y peces. (1 Reyes 4, 33)

  • Así, pues, ordena que se corten para mí cedros del Líbano. Mis servidores ayudarán a los tuyos y te pagaré como salario de tus servidores lo que tú me digas, pues tú sabes que no hay nadie en mi pueblo que sepa talar árboles como ustedes los sidonios.» (1 Reyes 5, 6)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina