10. El país entero se transformará en una planicie, desde Gueba, en el norte, hasta Rimón, en el Negueb. Jerusalén, en cambio, sera alzada en su mismo lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la antigua puerta; es decir, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Jananeel hasta los lagares del rey.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina