22. Los hombres se dirigieron a los cerros y allí se escondieron por tres días, hasta que sus perseguidores regresaron. Estos los habían buscado por todas partes sin hallarlos.





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina