20. En cuanto a las dos columnas, al Mar, a los doce bueyes de bronce que estaban debajo del Mar, y a las basas redondas que el rey Salomón había mandado fabricar para la Casa de Yavé, no se pudo calcular lo que pesaba el bronce de todos estos objetos.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina