22. ¿A mí no me temen?, dice Yavé, ni tiemblan delante de mí? De mí, que puse la arena para atajar el mar, como una cerca eterna que no puede saltar. Aunque se agite bramando, no podrá pasarla con sus olas.





A firmeza de todo o edifício depende da fundação e do teto! São Padre Pio de Pietrelcina