2. Subimos a bordo de un barco de Adrumeto que se dirigía a las costas de Asia y zarpamos; nos acompañaba Aristarco, un macedonio de la ciudad de Tesalónica.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina