7. El rey, por su parte, se levantó furioso de la mesa y salió al jardín del palacio. Amán, entretanto, se quedó al lado de Ester para pedirle que le perdonara la vida, pues se daba cuenta que el rey ya había decidido su muerte.





“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina