11. Fue, pues, Amán, revistió con el traje a Mardoqueo, y haciéndolo montar a caballo, lo paseó por la plaza de la ciudad, anunciando: «¡Así distingue el rey a las personas que él estima!»





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina