1. Poco tiempo después, cuando ya se le hubo pasado el enojo, el rey Asuero se acordó de Vasti, de lo mal que se había portado con él y de la decisión que había tomado.





“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina