11. Se armó una sangrienta batalla en la cual los hombres de Judas salieron vencedores con la ayuda de Dios. Los árabes vencidos pidieron la paz: se comprometían a darles ganado y ayudarlos en adelante.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina